El pequeño reino de Patones

Fecha: 24 de enero de 2015
El nombre de Patones proviene del apellido que tenían sus fundadores que era Patón. Hasta el siglo pasado el pueblo se llamó Los Patones en alusión a sus primeros habitantes.
La noticia de esos primeros fundadores de Patones se da en Uceda en un padrón de 1527 en el que se enumeran los vecinos que contribuyeron en la reparación de un puente sobre el río Jarama y que tenían el apellido Patón.
Historia-Leyenda
Texto y fotos cortesía de la Oficina de Turismo de Patones
Posteriormente, en 1555 hay un nuevo padrón que se conserva en el Archivo de Simancas que menciona la alqueria de la Hoz de los Patones (hoy Patones de Arriba) integrada por 7 vecinos.
Cita al mismo tiempo la alquería de los Pradales que hasta casi nuestros días era considerada por la leyenda como el origen del actual Patones, lo cual es falso, pues las dos poblaciones fueron habitadas al mismo tiempo. Los habitantes de los Pradales se bajaron a Patones en fechas desconocidas que algunos situan en el Sigo XVIII. Se puede decir entonces que Patones nació entre 1527-1555.
Patones desde su origen perteneció a la Villa de Uceda y estuvo bajo su jurisdicción hasta 1769 cuando consigue la independencia del lugar, reinando Carlos III. Por aquél entonces, Patones era tratado por Uceda como un barrio lejano olvidado para todo salvo para cobrar impuestos.
Hacia 1769 aproximadamente se hace llegar a Carlos III un memorial donde exponían su situación de olvido y pedían el título de lugar o aldea, que incluía tener un término municipal propio. El 3 de Agosto de 1769 se les concede el título de lugar o aldea independiente de la Villa de Uceda.
Una vez conseguida la independencia de la Villa de Uceda y pueden tener alcalde propio, algunos de los alcaldes siguen perteneciendo a la familia Prieto. La familia de los Prieto tenía la prerrogativa de ser la que administraba justicia y gobernaba hereditariamente, eligiéndose para tal objeto al varón mayor de ella, al que llamaban rey. En el S.XIX también será importante la guerra de la Independencia que, según la leyenda no había afectado al pueblo. Se pensaba que debido a su situación había quedado oculto y no había sido visto por los franceses.
Esto no sólo es falso, sino que existen documentos en el archivo municipal que dan cuenta de los tributos pagados a los destacamentos franceses cercanos: en concreto hay un legajo que muestra el pago de una vaca y la asignación de 50 libras de carne al destacamento francés de Torrelaguna. Sin embargo, uno de los hechos más importantes que afecta a patones durante este Siglo XIX son las primeras obras de canalización de agua a Madrid a partir de entonces, denominado Canal de Isabel II. Se construye la presa del Pontón de la Oliva y se van realizando alguno de los tubos y acueductos que hoy se pueden ver por los barrancos de Patones, Torremocha y Torrelaguna. En el Siglo XX de forma paulatina los habitantes de Patones fueron descendiendo de Patones de Arriba al llano donde se fue construyendo el nuevo núcleo. El traslado se generalizaba en los años 60.
La declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para Patones de Arriba le otorga la máxima protección que contempla la ley de Patrimonio Historico Español
Senda ecológica de El Barranco
Camino de gran belleza paisajística que une los núcleos de Patones de Arriba y de Abajo, recientemente acondicionado para el senderismo lo que permite disfrutar de este atractivo entorno a pie, y sin la molestia de coches u otros vehículos a motor.
La senda transcurre paralelo al arroyo de Patones encajado entre paredes de roca caliza. En apenas 750 m. une los dos patones y dos paisajes muy distintos: la vega y la Sierra. A medida que ganemos altura será fácil contemplar distintos y variados ecosistemas: bosque de ribera en el valle del Jarama, paisajes agrarios de olivares, viñas y cereal, o monte mediterráneo de encina y quejigo.
En esta garganta observamos también dos recursos característicos de Patones: las infraestructuras del Canal de Isabel II y una cueva, enclave arqueológico y espeleológico. Concretamente en este sendero nos encontraremos con los acueductos pertenecientes a los canales del Atazar y del Alto Jarama; Y la Cueva del Aire, pequeña cavidad caliza habitada desde el Neolítico, y actualmente utilizada para la práctica de la espeleología, aunque sólo cuenta con 218 m. de galerías, nada si los comparamos con los 8.190 m. de la Cueva del Reguerillo. Ambas cuevas se encuentran dentro de una zona que cuenta con la calificación de Bien de Interés Cultural por su importancia arqueológica: Las Calerizas.
Museo-Aula Geológica
Situado en una antigua casilla de Campoalbillo del Canal de Isabel II rehabilitada en un paraje de extraordinario valor geológico; podemos disfrutar de una colección de rocas representativas de la zona; de paneles explicativos y de diversas reproducciones de la Cueva del Reguerillo, Fósiles, etc.
Embalse del Atazar
Se sitúa sobre el río Lozoya, en una zona de pizarras. Se accede por la carretera que une Patones de Abajo con el pueblo del Atazar, a unos once kilómetros.
Se construyó entre 1965 y 1971, y es la más grande de la Comunidad de Madrid con una capacidad de 426 hectómetros cúbicos, lo que supone un 80% del agua embalsada en este río y el 46% del agua embalsada en toda la Comunidad de Madrid.
En el interior tiene una amplia red de galerías de inspección, tanto en el cuerpo de la presa como en la base, de más de ocho kilómetros. Su sistema de auscultación es uno de los más complejos existentes en las presas españolas. En su torre de toma, se inicia el Canal del Atazar.
Existen varios miradores cercanos a la carretera que permiten disfrutar de una panorámica espectacular, tanto de la presa como de las sierras que lo rodean. Además en el embalse se realizan numerosas actividades deportivas como: Vela, Windsurf, Remo o Piragüismo.
Canal de Cabarrús
Con una longitud de trece kilómetros, la construcción de este canal data de los siglos XVI al XVIII, y fue el primero que se construyó para el riego de la vega de Uceda. Discurre por las localidades de Patones, Torremocha y Torrelaguna. Originalmente contaba con seis puentes, tres acueductos, ocho casetas de guardia y numerosas acequias menores.
Se mantuvo en uso hasta finales del siglo XIX, cuando se empezó a construir el canal de Isabel II, con el objetivo de abastecer de agua a Madrid. Actualmente se mantiene en funcionamiento 1300 metros en Patones de Abajo, con el agua procedente del Canal de la Parra y del Embalse del Atazar.
Espeleología y escalada
Patones es un lugar privilegiado para la práctica de la espeleología y la escalada, no solo por su proximidad a la capital sino porque sus rocas de caliza ofrecen a estos deportistas espectaculares paredes verticales o galerías interminables con gateras, laminadores, pozos….
Cueva del Reguerillo
La Cueva del Reguerillo es la cavidad más grande y el yacimiento paleontológico más importante de la región. Localizada en el Cerro de la Oliva a unos 850mts de altitud, tiene una extensión de 8190mts desarrollada en tres niveles estratigráficos y diferentes. Su carácter kárstico apenas es reconocible desde el exterior.
En el interior existen marmitas, meandros, estalactitas y estalagmitas y otras formas que dan constancia de la actividad hidrogeológica. La primera descripción de la cueva se debe al diccionario de Miñano en 1828. En 1864 Casiano del Prado ofrece una representación de la cueva que en 1931 será perfeccionada por Maura y Pérez de Barradas. Se han encontrado 2 esqueletos completos de cabra montesa que debieron ser cazados y abandonados por grupos humanos del periodo Auriñaciense.
Es uno de los diez yacimientos españoles con restos de osos de las cavernas, siendo decisiva su aportación para explicar su distribución en Europa. En otoño e invierno los osos utilizaban la cueva para hibernar. Durante el resto del año la cueva era ocupada por tribus cazadoras; testimonia la presencia de un hogar y un instrumento lítico encontrados.
En 1916 Henri Breuil descubre la existencia de grabados y restos cerámicos neolíticos en su interior. En 1941 Maura advierte un pez, junto al que aparecen ciervos y otro pez. En una roca lisa descubre unas figuras de cabras montesas, un grupo de antropomorfos y un mamut. Estos grabados se atribuyen a grupos humanos paleolíticos del periodo Auriñaciense. Los grabados serán calcados por el Marqués de Loriana y Benítez Mellado y servirán para que el 2 de Marzo de 1944 sea declarada Monumento Histórico Artístico. En 1991 Lucas Pellicer dirige la realización del Inventario de Arte de la Comunidad de Madrid. La cueva ha sido objeto de innumerables visitas incontroladas y destructivas que le ha hecho un gran daño desde el punto de vista arqueológico, geológico, paleontológico y biológico. Por eso desde hace varios años permanece cerrada.