TORRE DE VILLADEMOROS

Fecha: 4 de junio de 2018 – Actualizado: 4 de junio de 2018
El hotel Torre de Villademoros, construido aprovechando una típica casona solariega del siglo XVIII, se halla ubicado junto a la torre medieval que le da nombre, justo en el centro de la comarca asturiana de Entrecabos, paisaje protegido que se extiende entre los cabos Vidío y Busto. A oriente y occidente, y a una distancia de apenas diez minutos, se encuentran las pintorescas villas marineras de Cudillero y Luarca y, asimismo, el afamado río salmonero Esva-Canero, cuyas espectaculares hoces, declaradas monumento natural, presentan desniveles que llegan a alcanzar los 400 metros.
TORRE DE VILLADEMOROS
Fotos Cortesía del hotel Torre de Villamoros
Espacios comunes
En Torre de Villademoros creemos haber logrado una armoniosa convivencia entre la arquitectura tradicional y la exigencia de comodidad, sin merma de lo singular, que demanda el viajero actual. Nuestra propuesta hostelera se basa en que el visitante se sienta en este lugar como en casa. Para ello, los espacios comunes —un amplio y luminoso salón, un espacioso comedor, un porche abierto al campo— han sido concebidos a fin de transmitir una sensación cálida y muy cercana.
Jardín
El jardín rodea la casa, y en sus 9.000 metros cuadrados se alternan los árboles de distintas especies (robles, castaños, tilos, cerezos, fresnos, arces, liquidámbar, etc.) con plantas que florecen durante las distintas épocas del año (espinos, agapantos, camelias, hortensias, lirios, lavanda, etc.) y zonas de pradera recortada con islas de pradera manejada a la manera de los prados de siega de la zona y en las que se puede apreciar las flores y espigas de las distintas especies herbáceas. Hacia el norte, tras la torre, la finca limita con campos de siega y sembrados que se prolongan hasta el mar.
Habitaciones
El hotel ofrece una suite y diez dormitorios (varios de ellos con vistas al mar) equipados con baño, televisor y teléfono. En su diseño hemos optado por el riesgo: se han desechado tanto la austeridad rural como la homogeneidad de los establecimientos urbanos. Cada habitación es, por ello, una pieza única, aunque entre ellas exista un vínculo común: el vuelo estético que aflora hasta en el más ínfimo detalle.
Suite de la Torre En el jardín se alza la torre, de origen bajomedieval, que da nombre al hotel y que recientemente ha sido rehabilitada como suite. Del edificio original únicamente se conservaban en pie los muros exteriores con el remate superior parcialmente derruido. En el interior se ha llevado a cabo una construcción en la que tanto las escaleras como todos los paramentos (techos, suelos y tabiques) se han realizado en madera de castaño, mientras que los muros y huecos originales se han respetado escrupulosamente y se ha mantenido el acabado en piedra vista de mampostería. La cubierta es interior y dispone de varios lucernarios que contribuyen a la luminosidad de las estancias.
La entrada a la torre se encuentra en la primera planta, en la que se ha habilitado un dormitorio auxiliar con dos camas y un aseo con ducha, muy adecuado para un uso familiar de la suite. En la segunda planta se encuentra el dormitorio principal, un amplio espacio que se abre hacia la parte superior permitiendo la entrada de luz desde las cristaleras de la tercera planta, que es la que acoge el salón y una gran bañera construida en mármol, situada bajo un lucernario que la inunda de luz. Desde esta estancia se accede mediante una escalera a la terraza de la azotea, donde se disfruta de una impresionante panorámica de los campos y bosques circundantes y el amplio horizonte de mar entre los cabos de Busto y Vidío.
Todas las estancias de la torre disponen de teléfono, televisión de pantalla plana (en el salón de 37 pulgadas), y acceso a Internet por cable y wi-fi. También el salón dispone de un equipo de sonido hi-fi, lector de DVD y un minibar para bebidas frías, vinos, tes y café.
Las huecos de la torre (entre ventanas, saeteras y matacanes suman 23) no tienen persianas ni cortinas opacas por lo que no es posible oscurecer la habitación durante el día.
Habitación superior: Tienen un espacio de dormitorio con una superficie entre 20 y 23 metros cuadrados. Algunas son abuhardilladas y tienen ventanas con vistas hacia la torre, los campos y el mar, y otras disfrutan de una zona de estar frente a una galería acristalada con vistas hacia el jardín y las montañas. Todas tienen zona de lectura, escritorio, televisión plana de 32 pulgadas y lencería 100 % algodón en sus cómodas camas.
Cuarto baño completo con secador de pelo, zapatillas y productos de acogida de primera calidad.
Habitación estándar: Bonitas y cómodas habitaciones en las que el espacio de dormitorio tiene entre 15 y 16 metros cuadrados. Se encuentran en el edificio principal. Algunas son abuhardilladas y con vistas hacia la torre, los campos y el horizonte de mar, otras con vistas al amplio jardín y con el sabor de la historia en sus muros centenarios, todas tienen butacas para lectura, escritorio, televisión plana de 27 o 32 pulgadas, y una cómoda cama con lencería 100% algodón.
Todas las habitaciones tienen cuarto de baño completo con secador de pelo, zapatillas y productos de acogida de primera calidad.
Entorno
El viento trae los olores del mar y desde el jardín se puede escuchar su rugido en los días de marejada. Dar un paseo hasta los acantilados es algo que siempre recomendamos a nuestros huéspedes. Desde el jardín, cruzando los campos, se alcanza el camino que con suavidad nos conduce al mar. Quince minutos escasos caminando o cinco minutos de bicicleta es el tiempo que necesitamos para disfrutar de las hermosas vistas de los acantilados de Entrecabos, probablemente el paisaje costero mejor conservado de España.
Y allí, desde lo alto, podemos seguir alguna de las sendas que nos conducen a la orilla del mar y continuar caminando por las rocas de la costa empapándonos del aroma yodado de las algas, nadando solitarios en un día caluroso de verano u observando la activa fauna de las charcas intermareales que pulula, ajena, en su pequeño y fantástico mundo.
Es dificil encontrar una zona en la que las más bellas cumbres y valles estén en contacto con hermosas y salvajes playas y acantilados, donde las más remotas aldeas de montaña en las que apenas se deja sentir el paso del tiempo se localicen a escasos minutos de agradables villas marineras. Asi es Asturias y así es la comarca de Entrecabos, donde se encuentra Torre de Villademoros.
Villademoros, s/n.
33788 – Cadavedo – Valdés
(Principado de Asturias)
T. (+34) 985 645 264